Temas

martes, 3 de febrero de 2015

Perdida en la vorágine diaria...

Me siento perdida, abandonada, inmersa en el cuidado y atención de mis hijas. Siento que soy madre las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año... Bueno, afortunadamente, quizás no tanto. Recientemente he podido tener algunas tardes de disfrute personal, como ir al cine con mi marido (2 tardes en concreto), pero que ha sido un bálsamo de aire fresco.

A veces también pienso que nuestra generación nos quejamos demasiado de la falta de tiempo que tenemos para nosotras... quizás por que al tener los hijos más tarde que las generaciones anteriores a nosotras (creo que somos la generación que ha podido elegir el momento en que quería ser madre/padre), hemos disfrutado de tanto tiempo de "ocio", hemos dedicado tanto tiempo a nuestro disfrute personal, ya sea haciendo deporte, estudiando, viajando, etc. Que ahora, que apenas nos queda tiempo, porque inevitablemente es así, nuestros hijos nos necesitan, valoramos el tiempo que tuvimos en el pasado, al menos es mi caso.

Hace un rato estaba con mi hija pequeña durmiéndola, y me he acordado de cuando tenía tiempo para estudiar inglés, tiempo para leer, tiempo para hacer yoga con tranquilidad, tiempo para pasear, tiempo para meditar... Tan diferente a cómo es mi vida ahora. ¡Ojo! no la cambiaría... pero no puedo evitar sentir añoranza de tener todo ese tiempo.  Me consuelo pensando que algún día llegará, llegará el momento que no me necesiten para irse a dormir, para hacerles la cena, para vestirlas, para peinarlas, para... ¡Qué pena también cuando no me necesiten para tantas cosas... ! Realmente el ser humano es un ser incoformista. ¿Cómo debían sentirse nuestras abuelas cuando su vida era única y exclusivamente para trabajar y criar a sus hijos? ¿Se sentían ellas también incoformistas o se conformaban? ¿Pudieron disfrutar de tiempo para ellas? 

A veces también pienso que esta sociedad nos hace creer a las mujeres que tenemos las mismas oportunidades que los hombres, pero a la hora de la maternidad, nos damos de bruces con la realidad que nadie antes nos ha explicado. Sí tenemos las mismas oportunidades si renunciamos a nuestra faceta de madre (que es muy lícito quién pueda tener otra persona en casa que ocupe su papel) pero no todas las madres una vez hemos decidido dar el paso de formar una familia queremos dejar en manos de otra persona nuestras funciones. Porque ¿de quién se acuerda un niño cuando está enfermo? de su mamá* ¿con quién quiere estar cuando tiene miedo? con su mamá*, ¿creemos de verdad que estarán mejor con alguien "extraño" como es un cuidador ajeno a la familia?. Creo para ellos somos una parte clave en su vida y que tendría que haber una labor pedagógica sobre la importancia del papel de las madres en los primeros años de nuestros hijos, y como es necesaria su labor en casa, cuidando, educando, atendiendo... Algo que se obvia y que, por tanto, se desconoce, hasta que no lo vives. En ese sentido, creo que son necesarios talleres como el de El Parto es Nuestro:Descubriendo la maternidad  donde explican los procesos fisiológicos que vive la mujer durante el embarazo, parto y lactancia materna, algo que considero un buen inicio para la conciencia del papel que tiene la mujer en la vida de sus hijos. 

  

* Perdón por generalizar, pero es lo más habitual, aunque sé que también hay muchos niños que quieren estar con su papá en esas situaciones.