Temas

lunes, 26 de noviembre de 2012

Lo que me pasa por dentro...

Nunca habría imaginado todo lo que la maternidad me iba a aportar: paciencia, comprensión, empatía, ternura, reflexión, madurez, seguridad... pero sobretodo que me podía ayudar a conocerme tanto. Y es que desde un tiempo para aquí me estoy re-descubriendo, sorprendiéndome a mi misma haciendo o diciendo cosas que nunca pensé que haría o diría. 

Cuando planeas el embarazo y te quedas embarazada sabes que habrá muchos cambios pero no sabes cómo serán esos cambios. También tienes miedos, sientes incertidumbre, tienes unas ideas o prejuicios que durante toda tu vida te han ido calando en tu inconsciente  Muchas de esas ideas preconcebidas son la que te ayudan con tu crianza cuando nace el bebé, son las que te guían en tu quehacer diario... Yo tenía muchas ideas preconcebidas, que algunas de ellas modifiqué durante mi primer embarazo, leí mucho sobre la lactancia, sobre la crianza, etc. Algunas de las cosas que leí me ayudaron, pero otras me confundieron. También algunas ideas preconcebidas me ayudaron pero otras me hicieron cometer lo que ahora considero "pequeños errores". Nadie tiene la varita mágica para saber si su manera de proceder es la mejor para ayudar a su hijo/a para que sea una persona con capacidades y habilidades para en la vida adulta ser una persona con principios, confianza, seguridad, valores, ética, buenos sentimientos, etc. En fin las características que creo que debería tener una persona para poder ser feliz y disfrutar la vida y el mundo en el que vivimos.

Todos intentamos hacerlo lo mejor que podemos en el camino de ser padres, unas veces acertaremos, otras no equivocaremos, pero creo que es bueno si descubrimos cómo podemos hacerlo para inyectar a nuestros hijos confianza en ellos mismos cuando tienen miedo, seguridad en ellos mismos cuando los vemos inseguros, valorar su imaginación y sus creaciones, soñar con ellos, todas esas cosas que les hacen sentir mejor a ellos, y por ende a nosotros mismos.

Seguramente alguna vez nos arrepentiremos de haber hecho una determinada acción de una manera u otra, seguramente en aquél momento pensamos que por las circunstancias era lo mejor que podíamos hacer. Pero si con el tiempo cambias de idea, no te atormentes si te arrepientes. Reflexiona en cómo te hubiese gustado hacerlo en este momento y aprende la lección. Seguramente ese "error" no lo volverás a cometer. Otras veces haremos otras acciones pensando que estamos haciendo lo correcto... y es probable que en el futuro no lo veamos así, pero como ya he dicho antes nadie tiene la varita mágica. Quizás lo "mejor" sea que nos guiemos por nuestro instinto y si nos equivocamos nos equivocamos nosotros... no dejemos que otros decidan o nos digan "qué es lo mejor" para nuestros hijos... Muchas a veces cuando acaba de nacer el bebé todo el mundo opina sobre qué es lo mejor o qué le pasa a nuestro bebé. En esos momentos, y con mi experiencia hoy en día, creo que lo mejor que se puede hacer es: parar, escuchar a nuestro bebé, escuchar a nuestro interior, y encontraremos la respuesta para ayudarle. Sobretodo disfrutemos de la vida que podemos vivir con nuestro bebé, nuestros hijos, juntos en paz y armonía. En la medida en que se pueda, claro... Mucha armonía no hay en una casa con niños pequeños...

Un abrazo muy grande y contadme como os sentís vosotr@s!




viernes, 16 de noviembre de 2012

¿Quién dijo fácil?

Criar dos niñas pequeñas es divertido, estresante, entretenido, a veces una locura y otras reconfortante, es ameno, es pesado, es alegre y algunas veces puede ser triste (sobretodo si ellas lo están), es de todo menos aburrido. Y sobre todo y lo principal NADA FÁCIL.
 
Porque para empezar hay que compaginar nuestra vida con la suya, sobretodo cuando trabajamos fuera de casa. Antes de volver a trabajar veía mi vida y la suya todo una, apenas diferenciaba donde empezaba MI YO del DE ELLAS.  Pero como he notado el cambio desde que paso parte del día fuera de casa, sobretodo con la pequeña que tiene 14 meses, y es que ella ha pasado sus 13 primeros meses de vida principalmente conmigo y ahora sólo me tiene disponible desde las 15h...(los viernes por suerte un poco antes). Eso sí, para compensar se despierta por las noches no sé cuántas veces para tomar teta, ya he perdido la cuenta hace tiempo, a veces creo que me despierto más veces que rato que duermo... y así voy zombie por las mañanas que si no me tomo un café bien cargado antes de salir de casa no estoy segura si voy a llegar al trabajo o a otro sitio :P

La mayor con 3 años y medio es diferente, le he explicado muchas veces que tenía que volver a trabajar y por ahora lo está aceptando bien. También estoy agradecida de poder hacer reducción de jornada y tener las tardes libres para poder estar con ellas. Siempre he creído (antes de tener hijas también) que los hijos tenían que criarlos los padres, no comparto la visión que tienen algunos de tener hijos pensando en que los crien los abuelos. Entiendo que en los tiempos que vivimos a veces no queda más remedio, pero creo que esta situación prolongada en el tiempo conlleva a que padres e hijos crezcan y no creen vínculos sólidos. Quizás esté equivocada, pero es mi opinión.

Por cierto, hablando de "vínculos", estoy muy contenta porque desde la semana pasada tengo en mis manos un libro que hace tiempo tenía la intención de comprar y que se títula Vincles, escrito por Miriam Tirado y su madre Àngels Torras, dos personas muy sensibles y que entienden muy bien las relaciones humanas sobretodo entre madres/padres e hijos/as.  Gracias a un sorteo que Miriam en  su página de Facebook/A flor de pell, fui la gran afortunada y ganadora de uno de los ejemplares que regalaba :)
 
Estoy deseando empezar a leerlo, todavía no he encontrado un hueco... y es que voy tan cansada que cuando llegan las 23h ya no puedo más y me voy a dormir. De hecho, llevo dos semanas sin actualizar mi blog, ya sea por falta de tiempo o por falta de ideas,  que me he dicho que de hoy no pasaba y que iba a escribir lo primero que me viniese a la cabeza. Y así lo estoy haciendo. Y ahora os dejo porque se me cierran los ojos ya de sueño :O
 
Buenas noches.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Mi experiencia con portabebés…

Con mi primera hija no me compré ninguna mochila portabebés…no tenía claro si realmente me sería útil o no en el día a día con mi bebé. Cuando mi hija tenía pocos meses, una amiga me dejó una que le habían regalado a ella para su hijo. No era ergonómica, es de las que el bebé mira hacia delante con las piernas en forma de ranita. La probé un día, y para un momento sólo, subir los cuatro pisos hasta casa de mis padres por las escaleras. No vi aquello ni cómodo ni práctico ni a mi hija la vi a gusto. Descarté usarla y se la devolví a mi amiga, quién me confesó que ella tampoco la había utilizado porque tampoco la encontró cómoda.

Con el tiempo me fui enterando de otros sistemas para llevar a bebés como los fulares y otras mochilas que son más ergonómicas que respetan la manera natural de llevar a nuestros hijos. Pero para entonces mi hija ya era un poco mayor, así que no pensé en comprarme ninguna… además yo ya estaba embarazada entonces de mi segunda hija.

Con mi segunda hija lo tenía más claro y como había visto alguna madre llevando a su hijo en un fular y me encantó, decidí comprarme uno para llevar a mi pequeña cuando naciera.

Así que me compré un fular con anilla (no de esos elásticos) pero mi segunda hija nació tan grandota (4,120 Kg.) que cada vez que probaba a ponerla ahí dentro no la veía cómoda y ella lloraba y gritaba… así que desistí, y también (no voy a negarlo) me desilusioné y ¡mucho! No entendía qué era lo que hacía mal. Cuando mi hija tenía unos 6 meses probé otra vez a ponerla en el fular y entonces ¡sí! se la veía muy a gusto... ¡así que empecé a usarlo! Que contenta estaba y ella también, llegó un momento que ella veía el fular y ya se empezaba a reír. Y cuando iba dentro no había niña, no lloraba, no se quejaba, y muchas veces ¡se dormía!

Pero entonces, el problema empecé a ser yo, que se me cargaba el hombro de llevarla (en ese momento ella pesaba unos 9 Kg). Así que pensé que quizás lo mejor era comprar una mochila ergonómica que parecía que repartía mejor el peso en la espalda. Coincidiendo con estos pensamientos encontré a Brazos y Abrazos y me vino de maravilla porque fue a través de ellas que me compré mi Boba Carrier. Ellas me asesoraron y me informaron muy bien de todas las opciones que tenía, además tengo que agradecerles la paciencia que tuvieron conmigo y mis problemas con el ordenador :P. Hace muy poquito que la tengo, apenas un mes, pero ya la he usado un montón. Ahora no se me carga el hombro ni la espalda y mi hija va tan a gusto que muchas veces se duerme en ella. Además me permite moverme con más facilidad por ejemplo cuando voy a buscar a mi hija mayor al colegio y tengo que ir con mi hija pequeña también, e incluso para poder salir a caminar por la montaña que nos gusta mucho a toda la familia. Y por lo que más contenta estoy es porque mi marido también la ha probado… ¡y le ha encantado! Y eso que él era un escéptico con el tema del porteo. Todavía estoy alucinada… Así que recomiendo totalmente que probéis el porteo natural, ya sea con fular o mochila, cada uno verá lo que le vaya mejor en el momento :-)